Y, a final de cuentas, ¿qué importa
el qué dirán?. La gente siempre va a hablar, siempre encontrarán algo de que
criticarte, nunca le podrás dar gusto a todos. Por eso es mejor darse gusto a
uno mismo cuando conoce sus propios límites. Mientras tu seas libre los demás
no importan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario